Indiferencia gubernamental por tiraderos a cielo abierto

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Bacalar.- En franca violación al Artículo 138 de la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado de Quintana Roo, donde queda prohibido descargar, derramar o depositar cualquier tipo de desechos orgánicos, inorgánicos, sustancias líquidas, o sólidos urbanos o de manejo especial o infiltración de sus lixiviados, en la vía pública, carreteras estatales, caminos rurales y cualquier otro sitio no autorizado para tal fin, en los 11 municipios del Estado existen tiraderos a cielo abierto clandestinos.
Desde Othón P. Blanco hasta Lázaro Cárdenas, y en los centros de transferencia de Holbox, Isla Mujeres y Cozumel, a orillas de las carreteras pueden observarse tiraderos de basura y material orgánico, que al descomponerse contaminan el medio ambiente y el manto freático.
El mas dañino es ubicado en el kilometro 6+800 de la carretera Cafetal-Mahahual, donde pueden observarse toneladas de basura sobre el suelo, la caseta abandonada y cientos de animales roedores, así como de miles de moscas que realizan su festín.
“Un tiempo dejaron de tirar basura aquí, pero desde diciembre del año pasado vienen camionetas y camiones a tirar basura; lo hacen por la tarde, aunque ya les hemos dicho que este sitio esta abandonado, no hacen caso”, denuncia una vecina de nombre María Guadalupe Gonzalez. Quien agrega que ya es insoportable “la nube” de moscas y mosquitos que genera el tiradero a cielo abierto, sin que ninguna autoridad llegue para solucionar el problema.
Al consultar la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente del Estado, en su artículo 1, fracción IX sentencia que el propósito de esta es “Regular y vigilar los sistemas de recolección, transporte, almacenamiento, manejo, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial”.
La misma ley en su artículo 4 fracción XVI describe el Daño Ambiental como Toda pérdida, deterioro o alteración significativa que modifique cualquiera de los elementos que conforman un ecosistema, un recurso biológico o los bienes y valores colectivos que lo integran, o en los que condicionan la salud o la calidad de vida de la población, como resultado de la actividad humana, en contravención a esta ley, su reglamento, normas oficiales y demás disposiciones legales que resulten aplicables.
Por eso es que los habitantes de Bacalar, Othón P. Blanco y Felipe Carrillo Puerto, piden la intervención de las autoridades federales, estatales y municipales, para que clausuren, limpien y saneen los lugares usados como tiraderos a cielo abierto, porque estos sitios solo contribuyen a la contaminación del suelo, subsuelo, aire, flora y fauna del lugar.
Las investigadoras del Colegio de la Frontera Sur, Arely Martínez Arce y Ligia Isabel Serrano Crespo, comentan que “La problemática de la basura radica en la acumulación de residuos y contaminación del aire y agua, y actualmente además de la acumulación, los cuerpos de agua subterráneos están siendo contaminados por escurrimientos de lixiviados (liquido resultante de la degradación de residuos y agua de lluvia) mismos que pueden contaminar el agua con metales pesados considerados tóxicos como son: cadmio, plomo, zinc, cromo, níquel y arsénico”.
Además, el Artículo 51 de la Ley para la Prevención y la Gestión Integral de Residuos del Estado de Quintana Roo señala que “Están prohibidos el abandono, el vertido o la eliminación incontrolada de Residuos en el Estado. Toda actividad relacionada con la liberación al ambiente de Residuos Sólidos Urbanos, de Manejo Especial o Peligrosos queda sujeta a autorización de las autoridades competentes”.
Corresponde pues a las autoridades gubernamentales hacer cumplir la sentencia del artículo 66 de la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, En las zonas núcleo de las Reservas Estatales queda expresamente prohibido: I.- Verter o descargar contaminantes en el suelo, subsuelo, y cualquier clase de cauce, vaso o acuífero, así como desarrollar cualquier actividad contaminante…”.