Twitter usa estrategia para evitar que Musk tome control de la empresa
Twitter ha respondido este viernes a la oferta de compra que lanzó la víspera por sorpresa Elon Musk. El consejo de administración de la red social ha anunciado que pondrá en marcha una maniobra corporativa que hace difícil al magnate hacerse con el control de la plataforma tecnológica.
La estrategia, conocida dentro del mundo económico como poison pill (píldora venenosa), estará vigente hasta el 14 de abril de 2023, por lo que permite ganar tiempo a la dirección actual de la compañía, que ha vivido diez días de infarto desde que se reveló que Musk había adquirido el 9,2% de la empresa a principios de abril.
El hombre más rico del mundo sorprendió el jueves poniendo sobre la mesa 43.400 millones de dólares (unos 40.000 millones de euros) para quedarse con una de las joyas de Silicon Valley.
La medida se dirige a un inversor o grupo de inversores que intenta hacerse con al menos el 15% de los títulos de la empresa. En ese momento, la empresa puede activar esa cláusula, que supone la venta de más acciones de la compañía a un precio más competitivo (es decir, algo por debajo del valor de mercado) por otros accionistas, pero no por los que lanzaron la oferta hostil. Al final de la operación, eso hace menos atractiva la adquisición, ya que ese 15% de capital se ha diluido y los títulos suelen valer menos. Y eso prácticamente aboca a una negociación del accionista con la cúpula de la empresa.
La entrada de Musk en la empresa a principios de abril supuso que muchos miembros del consejo se pusieran en guardia. Se le ofreció entonces un asiento en el consejo, que Musk aceptó. Días después, lo rechazó. La empresa ha informado que el plan no impide entablar negociaciones con posibles compradores de la compañía o de aceptar una oferta que los accionistas consideren aceptable.
De hecho, la tarde del jueves fueron llegando las primeras reacciones a la oferta de Musk, que dejaron ver que no había unanimidad ante la adquisición. Sin embargo, Musk dijo ese mismo día que no iba a mejorar la cantidad que ofreció de 54,20 dólares por título, ante la perspectiva de una negativa. Esa era su oferta final. Y por ahora, no ha respondido al envite de Twitter.
Musk, cuya fortuna personal supera los 260.000 millones de dólares (240.000 millones de euros), subrayó la tarde del jueves que tenía “los suficientes fondos” para cerrar la operación. El empresario acudió a una conferencia TED en Vancouver (Canadá), donde habló de su vida personal y de su visión de los negocios.
También habló de sus planes de compra de Twitter, a la que pretende sacar de Bolsa y convertirla en una empresa privada, conservando el mayor número posible de accionistas. Ante Chris Anderson, el comisario de las populares conferencias sobre el mundo tecnológico y científico, Musk dijo también que tiene un plan B para hacerse con Twitter, aunque no profundizó en los detalles.
El magnate ya había previsto la posibilidad de una negativa. Así lo expresó en uno de sus mensajes: “Si el actual consejo toma acciones contrarias a los intereses de los accionistas estarían incumpliendo sus obligaciones fiduciarias”. La tarde del jueves (noche en la España peninsular) acudió a Twitter para hablar con uno de los principales accionistas de la compañía.
El príncipe saudí Alwaleed Bin Talal, dueño del 5% de la tecnológica a través de su conglomerado Kingdom Holding, dijo horas antes que la oferta no se acercaba “al valor intrínseco dadas las proyecciones de crecimiento”. Como réplica, Musk quiso saber su opinión sobre la libertad de expresión de los periodistas.