Ricardo Monreal pide ‘cautela’ a Sheinbaum y Adán Augusto por pintas en bardas

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CANCÚN.- Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, le pidió cautela a la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, para no caer en actos anticipados de campaña, por la multitud de bardas con su nombre, en Quintana Roo y en todo el país.

En rueda de prensa, previo a un curso de introducción y técnica parlamentaria que brindará el Senado a los diputados electos de Morena, Monreal Ávila indicó que estas bardas y espectaculares son parte de la inequidad en la contienda, por la falta de reglas claras por parte del partido.

Acompañado de la senadora y diputada local electa, Marybel Villegas Canché, el senador comentó que caminó por muchas colonias de Cancún y viajó hasta Tulum, topándose con mucha propaganda de Claudia Sheinbaum y de Adán Augusto López, por lo que les pidió tener cuidado para no caer en promoción anticipada.

“No son tiempos de promoción personalizada y las bardas y espectaculares están a la vista”, declaró. “No pueden decir que no saben o que no autorizaron. Alguien lo autorizó”, añadiendo que alguien les pagó a los dueños de las bardas.

Cuestionado sobre la mención que hizo Andrés Manuel López Obrador de Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y de Marcelo Ebrard como los futuros contendientes a la candidatura a presidente por parte de Morena, sin que lo haya mencionado a él, Ricardo Monreal primero bromeó que quizá él es una “carta secreta”, lo que sacó risas de los presentes.

Ya hablando en serio, señaló que por la enorme influencia del presidente, los tres que fueron mencionados tienen ventaja y por ende ya no hay “piso parejo” en Morena.

“Tampoco me voy a suicidar por ello”, comentó, al indicar que eso lo obliga a trabajar más que sus futuros contrincantes.

Le reconforta el hecho que el presidente no estará en la boleta (porque si así fuera “ni loco” se inscribiría), y que finalmente es la ciudadanía quien decidirá.

“Mejor que se pongan de acuerdo los tres para que uno me enfrente, porque no voy a declinar”, aseveró.
Aunque aceptó que quizá no sea el “favorito” de Andrés Manuel López Obrador, a quien consideró su amigo, el senador alegó que le convendría al actual presidente que él sea su sucesor, por tener una mayor madurez y experiencia política, independencia de criterio, talento y capacidad para gobernar.

Él llevaría a México a un mayor estadio de desarrollo, a profundizar la democracia y a generar mayores acuerdos.

Monreal se autodenominó el “presidente de la conciliación”, pues en caso de ser electo, se encargaría de atenuar los conflictos entre distintos sectores del país, a través de diálogo.

Ante los rumores de que se iría de Morena para ser el candidato de Movimiento Ciudadano, afirmó que “algunos publicistas de Claudia y Adán les encantaría verme en otro partido, pero se quedarán con las ganas”.

No obstante, al preguntarle de si figuraría en la boleta bajo otras siglas, el legislador fue reacio a contestar, al considerarlo “la pregunta de los 64 mil dólares”, para después señalar que todavía no son los tiempos para hablarlo.

Él aclaró que Dante Delgado, dirigente de Movimiento Ciudadano, es su amigo, pues ambos iniciaron en el actual proyecto político hace 25 años y porque el partido naranja acompañó a Andrés Manuel López Obrador en dos elecciones a la presidencia. Sin embargo, también tiene buena relación con personajes de Acción Nacional, PT, PES y PRI, sin que nadie le haya ofrecido alguna candidatura, pues no la necesitan, al contar con suficientes perfiles.

“No declinaré”, insistió, al hablar de sus aspiraciones en Morena.

Este partido, alegó, ya inició un proceso de concientización interior, que espera que no se detenga, para que sea la gente quien decida.

Cuestionado sobre la aparente campaña de Marcelo Ebrard para ser conocido como la “corcholata” del presidente (por haber sido ya destapado), Ricardo Monreal opinó que es “ofensivo” que alguien acepte ser llamado “corcholata” cuando se aspira al mayor cargo del país.

“Decirse ser la corcholata del presidente, o la corcholata que usa el presidente… es ofensivo, sencillamente”, declaró.