La Haya pide a Israel detener ataque a Rafah

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ISRAEL.- La orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) aumenta más la presión internacional sobre un Israel cada vez más aislado para que frene su guerra contra Hamas en Gaza. La decisión marcó la tercera vez este año en que el colegio de 15 jueces emitió órdenes preliminares en busca de reducir la cantidad de muertos y aliviar el sufrimiento humano en el territorio, como parte de un caso presentado el año pasado por Sudáfrica, en el que acusa a Israel de cometer genocidio, lo cual es negado por Tel Aviv.

La corte considera que, de conformidad con las obligaciones contraídas en virtud de la convención sobre el genocidio, Israel debe detener de inmediato su ofensiva militar en Rafah y cualquier otra acción en la provincia de Rafah que pueda infligir a los palestinos en Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial, señaló el presidente del tribunal, Nawaf Salam. La decisión fue tomada por 13 votos contra dos.

El juez Salam indicó que Israel debe también permitir el acceso irrestricto a cualquier misión recopiladora de información enviada por Naciones Unidas para investigar las acusaciones de genocidio.

De igual manera, instruyó reabrir el cruce de Rafah entre Gaza y Egipto –los militares israelíes tomaron control del lado de Gaza a principios de este mes– para permitir el ingreso de ayuda humanitaria al enclave. No ordenó un cese total del fuego en la franja, como Sudáfrica había solicitado en audiencias la semana pasada. En audiencias anteriores determinó que las operaciones militares representan un riesgo real e inminente para el pueblo palestino en Gaza.

Israel insiste en que tiene el derecho de defenderse de Hamas y no es probable que cumpla con el fallo. El país lanzó su guerra por aire y tierra en Gaza después de que Hamas irrumpió en comunidades del sur de su territorio en un ataque terrorista el 7 de octubre, en el que mató a unas mil 200 personas y capturó más de 250 rehenes. Más de 35 mil palestinos han perecido en la ofensiva israelí, según funcionarios de Salud de la franja, gobernada por Hamas.

Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra israelí, comentó después de la orden de la CIJ: “El Estado de Israel lanzó una campaña justa y necesaria después de la brutal masacre de sus ciudadanos, la aborrecible violencia sexual perpetrada contra sus mujeres, el secuestro de sus niños y los cohetes lanzados a sus ciudades.

El Estado de Israel está comprometido a continuar luchando para recuperar a sus rehenes y garantizar la seguridad de sus ciudadanos, siempre y donde sea necesario, como en Rafah.

Continuaremos operando de acuerdo con el derecho internacional donde podamos operar, salvaguardando en la mayor extensión posible a la población civil. No por causa de la CIJ, sino por lo que somos y por los valores que como nación postulamos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encuentra bajo fuerte presión dentro de su país para poner fin a la guerra. Cientos de miles de israelíes han participado en manifestaciones semanales en las que se llama al gobierno a alcanzar un acuerdo para llevar a los rehenes a casa, temiendo que el tiempo se agote.

Permanecen cautivas en el enclave 121 personas, aunque se cree que varioso han muerto, 37 según información compartida por autoridades israelíes a la agencia Afp.

Antes del anuncio de la CIJ, el ejército israelí afirmó que se habían recuperado de Gaza los cuerpos de otros tres rehenes muertos el 7 de octubre.Oficiales militares señalaron que los cuerpos de Hanan Yablonka, Michel Nisenbaum y Orión Hernández (mexiacano) fueron identificados y sus familias informadas.

El ejército indicó que murieron el día del ataque en la intersección de Mefalsim y que sus cuerpos fueron llevados a Gaza.

El líder opositor israelí Yair Lapid comentó que, al no ligar la demanda de poner fin a la guerra con una demanda de devolver los rehenes israelíes en Gaza, la CIJ cometió un colapso legal y un desastre moral.

El ex enviado israelí a la ONU Danny Danon expresó: Mientras los jueces en La Haya deliberan cómodamente y regresan con sus familias, 125 rehenes languidecen en los túneles. Israel no cesará la guerra hasta que nuestros cautivos sean devueltos a sus hogares y el islamita Hamas esté derrotado por completo.

Sin embargo, el juez Salam sí llamó a la liberación de los rehenes al presentar el fallo con respecto a Rafah.

La corte considera profundamente perturbador que muchos de esos rehenes permanezcan en cautiverio y reitera su demanda de una devolución inmediata e incondicional, manifestó.

La CIJ no ha emitido su veredicto sobre la sustancia de la acusación de genocidio de Sudáfrica –lo cual podría llevar años–, pero ha rechazado la demanda israelí de desechar el caso. Pretoria reclamó ordenar medidas precautorias para proteger a los palestinos mientras continúa el proceso legal. La semana pasada, abogados sudafricanos pidieron imponer medidas de emergencia, señalando que los ataques en Rafah deben detenerse para garantizar la supervivencia del pueblo palestino.

El juez abrió la audiencia de este viernes describiendo como desastrosa la situación humanitaria en Rafah, donde se refugian alrededor de un millón de palestinos.

Añadió que las órdenes de evacuación que se impartieron a quienes están en la zona no eran suficientes para reducir el inmenso riesgo al que la población palestina está expuesta como resultado de la operación militar en Rafah.

Israel lanzó su asalto sobre esa ciudad este mes, obligando a cientos de miles de palestinos a escapar de una ciudad que se había convertido en refugio para casi la mitad de los 2.3 millones de habitantes de la franja. Rafah también había sido la ruta principal para la ayuda, y organismos internacionales señalan que la operación militar ha aislado al enclave y elevado el riesgo de una hambruna.

Si bien el decreto de la CIJ es un golpe al prestigio internacional israelí, la corte carece de una fuerza policial para ejecutar sus órdenes. En otro caso pendiente, Rusia ha pasado por alto una orden de la corte, emitida en 2022, para detener su invasión de Ucrania.

Los 14 jueces permanentes del tribunal, provenientes de varios países, más un juez ad hoc designado por Israel como parte del caso, tomaron asiento en la sala del tribunal en La Haya antes de la audiencia. Afuera, un pequeño grupo de manifestantes pro palestinos ondearon banderas.