El turismo en México con grandes retos laborales

Comparte

CIUDAD DE MÉXICO.– La pandemia de Covid-19, nuevos enfoques e intereses de los jóvenes que comienzan a trabajar y hasta los programas sociales y grandes obras de infraestructura en México están transformando al mercado laboral del turismo que hoy está obligando a directivos y dueños a buscar nuevas fórmulas para atraer y retener a sus empleados.

Tres presidentes de asociaciones de hoteles de Quintana Roo; los secretarios de Turismo de esa entidad y de Baja California Sur y el director de recursos humanos de la cadena española de hoteles Riu analizaron este nuevo entorno en donde el tipo de cambio peso dólar y la inseguridad, también están impactando la rentabilidad de las empresas.

Bernardo Cueto, secretario de Turismo de Quintana Roo, consideró que el principal factor por el que los hoteles de su entidad enfrentan un déficit de colaboradores no sólo está ligado a la pandemia, sino al crecimiento de la oferta pues en los últimos tres años se han abierto 200 nuevos hoteles en la entidad.

Pero si en todo Quintana Roo el problema de escasez de trabajadores, que no de empleo, es una constante; Tulum padece las mayores presiones del estado en ese rubro, según comparte David Ortiz Mena, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum (AHT).

Se trata de un municipio de 46 mil habitantes, de los cuales por lo menos siete mil 500 familias viven en casas construidas en terrenos invadidos, es decir de una manera ilegal, irregular, donde muchos prefieren optar por abrir negocios informales y con carencia de los servicios públicos elementales.

Hoy el déficit laboral en los hoteles de ese municipio, consideró Ortiz Mena, es superior al 20% mientras que los costos han aumentado de la pandemia para acá más del 30%, a lo que se suma el impacto negativo que ha tenido la depreciación del dólar frente al peso y que sobre todo ha afectados a hoteles boutique y pequeños hoteles.

Jesús Almaguer, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, ha propuesto que si el gobierno federal lograra legalizar la estancia de los inmigrantes que llegan de otros países, sobre todo de Centroamérica a ese estado del país, los hoteles lo podrían contratar.

Pero el gobierno no sólo ha ignorado el tema, sino la necesidad de quitarle la visa a los brasileños; de resolver el maltrato a los colombianos por parte de las autoridades de migración.

Aparte, sostuvo, las obras del Tren Maya sí le han quitado personal a los hoteles porque la gente trabaja cerca de su hogar y por poner un ejemplo, un “banderero” que señaliza en la vía gana 3,500 pesos a la semana.

Lo mismo pasa con los programas sociales, pues conoce casos de familias donde el conjunto de dos adultos mayores y dos jóvenes suman entre 25 mil y 30 mil pesos y eso vuelve más difícil que un puesto en el turismo les resulte atractivos.

Según Rafael Jerez, director de recursos humanos de la cadena española de hoteles Riu en México, los costos laborales han aumentado alrededor de 65% en promedio en los 20 hoteles que tienen en el país, con más de 12 mil habitaciones.

Ese 65% incluye la inflación, el incremento de los salarios en términos reales, las prestaciones adicionales algunas de las cuales nunca se habían considerado y también nuevos esfuerzos de capacitación.

Ramón Rossello, presidente de Inverhotel México y de la Asociación de Hoteles de Costa Mujeres, dijo que en todos los negocios de hospedaje de capital español que representa el primer organismo “hay una situación de falta de colaboradores”.

Inverhotel tiene hoteles asociados en más de 40 países, dijo, y “en más de 40 países nos encontramos con el mismo problema”.

Maribel Collins, la secretaria de Turismo de Baja California Sur, dijo que en esa entidad la cooperación entre gobierno estatal y sector privado es muy buena; que existen un programa de capacitación a empresas y cuatro distintivo; pero que en total en la primera mitad del año sólo se dieron unos 20 cursos.

Así las nuevas reglas del mercado laboral del turismo se siguen escribiendo, en un momento en el que también está cambiando el ambiente de bonanza que caracterizó al turismo mexicano el año pasado.