Cristiano podría ser fichado hasta que salga del Manchester

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El año pasado, el verano de Cristiano Ronaldo terminó con su agente Jorge Mendes emprendiendo una gira virtual, reuniéndose con varios clubes europeos para ver si podía conseguir un contrato.

Desde el Paris Saint-Germain, pasando por el Manchester City hasta lo que eventualmente fue su regreso a Old Trafford, donde fichó por el Manchester United en las horas finales del mercado de fichajes.


En cuanto a los preparativos, éstos no fueron los mejores para todas las partes involucradas. Su anterior club, la Juventus, se enfrentaba a un verano de incertidumbre en lo presupuestario y deportivo.

El United y su entonces director técnico Ole Gunnar Solskjaer esbozaron un plan de juego para operar de cierta forma, trabajaron en él durante todo el verano para terminar rompiéndolo tras la llegada de Cristiano porque, particularmente en esta etapa de su carrera, es un jugador diferente a cualquier otro. Ambos clubes pasaron por temporadas decepcionantes y si bien la incertidumbre vivida el verano pasado no fue la única razón (ni mucho menos), ciertamente no ayudó.

Actualmente, el United tiene un nuevo entrenador, Erik ten Hag, y se encuentran en su gira australiana, trabajando para tratar de adaptarse a su estilo de juego. Por su parte, Cristiano sigue en Portugal lidiando con un «tema personal». No hace falta ser un genio para entender que, nuevamente, estamos en un territorio lejos de lo ideal.

Se supone que Ten Hag fue contratado debido al sistema táctico que desplegó en el Ajax: un 4-3-3 proactivo y veloz, basado en la presión y posesión.

Estilísticamente hablando, para el United representa un giro de 180 grados con respecto al fútbol que jugaron durante la mayor parte de la temporada pasada. El propio Ten Hag dijo que tardaría un poco en llegar a donde quiere.


A primera vista, Cristiano encaja en este estilo de la misma forma en la que se vería Kylie Jenner en un Octágono de la UFC. Con muchísima paciencia, preparación y oraciones, podría funcionar. Pero siendo realistas, el United sólo podría orar.

Ten Hag ha respondido preguntas relativas a este tema durante todo el verano (usualmente con el mismo entusiasmo de un hombre que llega a una cita con el proctólogo) y ha dicho lo que se esperaba que dijera: que Cristiano es «un jugador top», que los «jugadores top» «pueden contribuir» y que es «capaz» de encajar dentro de su sistema. ¿Y qué se suponía que dijera?

La realidad radica en que, salvo breves y rápidamente desechados experimentos hechos por Maurizio Sarri y Andrea Pirlo en la Juventus y el técnico interino Ralf Rangnick en el United, Cristiano no ha militado con un equipo que juegue de la forma que presuntamente Ten Hag quiere jugar por muchos años.

Los datos recopilados por StatsBomb sugieren que Cristiano quedó último o penúltimo en prácticamente todas las estadísticas imaginables sobre presión o contrapresión entre los delanteros y extremos de la Premier League que sumaron al menos 1,800 minutos de actividad. De hecho, incluyendo sus estadías en la Juventus y Real Madrid, esa ha sido su posición en todas las temporadas a partir de 2015-16, cuando se inició la recopilación de estos datos.

Seamos claros. No se trata de que no esté en forma o sea perezoso; simplemente, no es lo que se le ha pedido hacer durante la mayor parte de su carrera.

La mayoría de los directores técnicos que han trabajado con Cristiano creyeron que lo mejor era dejarle hacer lo suyo (entiéndase como «marcar goles en cantidades industriales») y armar el equipo en torno a él.

¿Puede reinventarse a los 37 años de edad? Claro, han sucedido cosas más extrañas, pero no apostaría dinero en ello. No en un año mundialista. No sin una pretemporada completa e ininterrumpida. No, en un equipo en medio de una reconstrucción de arriba abajo.