Quintana Roo en amarillo por una semana más

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En el estado la ocupación hospitalaria está en 14% en el número de camas, hay capacidad instalada y las defunciones son pocas.

Quintana Roo prolongará por segunda semana consecutiva, del 17 al 23 de enero próximos, el color amarillo en el semáforo epidemiológico estatal, pero muy cercano al color naranja, expresó ayer el gobernador Carlos Joaquín.

El titular del Ejecutivo, quien se encuentra en Ciudad de México en jornada de trabajo con proyectos de inversión y programas que mejoran la calidad de vida de la gente, explicó que tanto en el norte como en el sur lo único que impide cambiar de color son las poca defunciones y la ocupación hospitalaria, destaca un comunicado de prensa.

En esta etapa se aplican nuevas formas de actuación, sobre todo en los aforos en los establecimientos que prestan servicio a la gente y que permiten seguir recibiendo turistas y visitantes.

Carlos Joaquín reiteró que estamos preparados para recibir turismo, con protocolos y medidas sanitarias en toda la infraestructura, para cuidar la salud de quintanarroenses, de las familias, pero también de los turistas y visitantes.

“Emitimos una señal de confianza para continuar con la recuperación económica, pero también el cuidado de la salud, para los trabajadores y para los clientes”, añadió el gobernador de Quintana Roo.

Exhortó a mantener todos los hábitos, a usar más los espacios abiertos que los cerrados, pues solo de esa manera podremos convivir con el coronavirus y continuar con el crecimiento económico, la recuperación de empleos y la mejora en la economía.

Aún en amarillo en la primera semana, el gobernador de Quintana Roo expresó que se han registrado alrededor de mil contagios diarios en los últimos dos días, lo que no se había tenido desde que inició la pandemia.

En Quintana Roo la ocupación hospitalaria está en 14% en el número de camas, hay capacidad instalada y las defunciones son pocas.

El gobernador de Quintana Roo reiteró que sigue siendo importante el uso de los hábitos para convivir con el virus, que seguramente permanecerá más meses con nosotros.